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Tradición, devoción, culto y restauración de la imagen de Nuestra Señora la Blanca de la Catedral de Astorga

(foto)

Miguel Angel Gonzalez García

En un artículo publicado por mi en el Faro Astorgano nº 3107, de fecha 14 de agosto de 1993 hacía la siguiente propuesta: "Me gustaría proponer que la Asociación de Amigos de la Catedral, que al intentar revitalizar nuestro primer templo, no se olvida de que la vida de una Catedral es su culto v su liturgia, tome como patrona a esta Nuestra Señora la Blanca y la celebre el 15 de agosto y vuelva a recorrer procesionalmente las naves catedralicias, como hasta no hace mucho, esta venerable imagen, liberándola del triste destino de ser íronicamente una "imagen de Museo".

Y Felizmente el culto, solemnes vísperas y la procesión con Santa María la Blanca la víspera de la Asunción es ya una gozosa realidad en la vida de la Catedral astorgana, que en el aíño 1988 volvió a procesional la imagen por las naves de la Catedral. Ello nos invita ha hacer un breve estudio sobre la advocación y la imagen y su restauración propiciada por los Amigos de la Catedral y llevada a cabo por el taller Proceso Arte 8 en e aíño 1998.

LA IMAGEN

Talla de madera representando a la Virgen sedente con el Niño en medio de sus rodillas, con las actitudes propias de estas tallas, el Niño bendiciendo v sosteniendo un fruto en la mano izquierda, la Madre igualmente con un fruto en su diestra. Pliegues muy geométricos, frontalidad y la serena majestad tan común a estas tallas góticas un tanto arcaizantes. Es obra claramente datable en el siglo XIII, aunque a lo largo de los siglos cambios en la policromia y la incorporación de otros elementos la apartan de la original apariencia medieval, más sobria y menos “naturalista” en los rostros.
Imposible la propuesta de autor y aún difícil señalar un taller, aunque es probable que se trabajase en la propia Ciudad o en la de León donde se ejecutan en estos siglos abundantisimas piezas destinadas a los templos diocesanos. Las alteraciones sufridas impiden establecer comparaciones estilistas con otras obras que permitirían alguna aproximación de origen o taller.

Las medidas de la talla son 110 x 40 x 50 cms. y la policromia actual del siglo XIX es mixta dorado y estofado con encarnaduras al óleo. Ojos de cristal y coronas y media luna de plata.

La actual apariencia es fruto de una restauración llevada a cabo el año 1832, cuando se produce la renovación total de la policromía y la colocación de ojos de cristal, que se compraron en León. La llevó a cabo el pintor astorgano Manuel Donato García.

El recibo de fábrica que consigna esta actuación importante aunque negativa dice así: “Recibí del Sr. Dn. Miguel Yuba como fabriquero de la Santa Yglesia Catedral de Astorga la cantidad de setecientos y diez reales de vellón, por dorar de oro fino y estofar, encarnaciones y asentar los ojos y su coste en León y otras frioleras, Nuestra Señora de la Sunción (sic) y su niño y para que conste lo firmo en Astorga y diziembre 20, 1832. Manuel Donato García (rubricado)” (1).

Como se ve se le llama Nuestra Señora de Asunción, aunque en nada responde a la Iconografía de este misterio, ello se debe a ser la fiesta de la Asunción la titular de templo catedralicio y en esta fecha la imagen de Nuestra Señora la Blanca la que recibe culto significado.


TRADICIÓN Y CULTO


La advocación titular de la Catedral es desde muy remota antigüedad la de “Santa María”, que desde el siglo XVI se concretiza en el misterio-privilegio de la Asunción a los cielos, como sucede en la casi totalidad de las catedrales de España. Su fiesta el 15 de agosto se solemnizó con procesión y liturgia espectacular de música y ministros. Astorga vivía en esos momentos una de las jornadas más memorables del año, pues coincidía al tiempo el cortejo que llevaba desde el Ayuntamiento, a la Catedral, con acompañamiento sonoro y marcial de la zuiza, la bandera de Clavijo, donde recibía honores.

Como advocación principal de la Iglesia la Imagen de la Asunción preside el retablo mayor, de Becerra y figura en la fachada principal y sobre la portada lateral de Gil de Hontañón.

Pero la imagen que recibía el culto y era objeto de viva devoción el 15 de agosto, como patrona es esta de Nuestra Señora, llamada la Blanca. Que estuvo colocada en el retablo Mayor hasta tiempos recientes en que pasó al Museo.

Como acaece con las más prestigiosas y antiguas advocaciones la leyenda las quiso a todas salidas de las manos de San Lucas, evangelista, veamos en este sentido lo que dice Contreras en la Historia de la Virgen de las Ermitas: “En su Santa Catedral, se veneran dos de María Santísima, ambas muy apreciables, rnuy benéficas y milagrosas. La una se intitula nuestra Señora de la Blanca que por tradición se persuaden haber sido hechura dei Evangelista San Lucas, a la que parece darían los Asturicenses este nombre de Blanca, para expresar es el blanco a donde dirigen sus devotos corazones. Era tanta la devoción de los fieles a esta Santa Imagen, que en los siglos 12 y 13 la sacaban a la puerta de la Catedral antes de los Maytines de la Asuncion de María Santísima para que la adorasen, pues no cabían las gentes en la Santa Iglesia; de donde quedó hasta nuestros días sacarla al atrio en procesión, donde se le canta la Salve con el lleno de música y asistencia del Cabildo. Desde el tiempo de los Reyes de León consta lo que apreciaban las gentes a esta Santa Imagen, pues en sus muchas donaciones a la Santa Catedral de Astorga se expresan así: Cedo y doy a mis Canónigos de Santa María la Blanca de Astorga estos fueros, para que puedan vivir como corresponde; cuyo exemplo siguieron los Reyes de Castilla D. Fernando Iº. y IIº y el IIIº, dice con fecha de 22 de Marzo de 1238 en Sevilla; tomó en defensa y guarda la Iglesia de Santa María la Blanca de Astorga y a su Cabildo” (2)

Esta antigüedad de la advocación hace evidente pensar en una talla anterior a esta que en el siglo XIII tomaría el relevo por deterioro o destrucción de la precedente. Desde luego esta imagen presidió el culto catedralicio hasta el siglo XVI cuando el retablo de Becerra la “empequeñece”, aunque se ubicó en el propio retablo, junto con la talla de Santa Toribio, hasta la creación del Museo Catedralicio, donde se colocó y allí sigue en la Sala IV, con número de registro 257.

E1 libro para el gobierno del Coro de la Catedral, interesante manuscrito del año 1733 señala en relación con esta imagen: “E1 día de la Asunción se coloca en la Capilla mayor y se lleva en procesión al Pórtico de la Puerta Principal”. “En las procesiones generales y rogativas se saca de ordinario la Imagen de Nuestra Seíñora la Blanca”.(3)

>LA RESTAURACIí“N DE 1998

Para memoria y conocimiento damos la información de los daíños que sufría la talla y del tratamiento realizado en el proceso de restauración llevado a cabo en los talleres de Proceso Arte 8 de Astorga, en el año 1988. La mernoria está redactada por María Rosa de la Puente Rico, Licenciada en Bellas Artes, especialidad de Restauración:


INFORME DE DAÑOS


Daños del soporte
Pérdidas de material soporte en ambas manos de la Virgen (dedo meíñique en la derecha y todos menos el pulgar en la mano izquierda). Roturas en el pie derecho del Niño. Grietas en el párpado inferior del ojo derecho de la Virgen, mano derecha y brazo izquierdo. Separación de piezas: las que forman la parte de atrás.

Ataque de insectos xilófagos: generalizado en toda la obra.

Irregularidad de nivel en la planta de la figura: entre las piezas delanteras y las traseras, dando lugar a tensiones entre ellas causando grietas y separaciones entre ellas.

Daños de la policromía

Pérdidas de los estratos de preparación y color: en zonas con pérdida de soporte, adyacentes a grietas y en diversos puntos repartidos por toda la obra.

Levantamiento de la policromía: donde existen grietas y separaciones de piezas. Desgastes del color y el dorado: en bordes y zonas altas de los pliegues. Suciedad superficial: por adhesión de polvo al color y acumulación del mismo sobre los pliegues.

MEMORIA DEL TRATAMIENTO REALIZADO

Fijación

Utilizamos adhesivo de origen animal (coletta italiana) aplicado en caliente, empleando papel japonés para proteger la policromía y facilitar el presionado de los estratos.

Limpieza de la Superficie

La escasa suciedad que presentaba la superficie del color se eliminó empleando medios físicos como es la goma de borrar.

Sellado de grietas y reintegración del soporte perdido:
En el sellado de grietas se empleo la resina epoxídica Araldit SV427-UV427. Los dedos que había perdido la imagen se repusieron empleando madera tallada y se fijarón a la imagen mediante espigas y el adhesivo Acetato de Polivinilo.

Reintegración de la Policromía

La preparación se reintegró con estuco de composición análoga a la original a base de Sulfato de cal, Cola animal, Agua y con un fungicida, con el fin de evitar el afloramiento de microorganismos.

El color perdido se reintegro empleando colores de técnica al agua (temperas y acuarelas) aplicado de forma que sea fácilmente discernible del original.

Protección de la Imagen

En las zonas donde aparece el soporte desprotegido, se aplicó una solución de la resina acrílica Paraloid B72 en Xileno al 25%. La superficie de la policromía se protegió con un barniz de resina sintética en medio orgánico, brillante y mate aplicado a brocha.

Hay que felicitar al taller por la profesionalidad con la que han llevado a cabo este trabajo, que nos ha devuelto en toda su belleza esta talla tan entrañable.
En este mismo momento se procedió a la restauración y limpieza de las coronas barrocas de La Virgen y del Niño así como de la media luna argéntea, obra que realizó con el acierto que le acredita el platero astorgano José Manuel Santos.



1.- ACA. Comprobantes de Cuentas de 1832.
2. -Juan Manuel CONTRERAS. “Historia del Célebre Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas”. Salamanca, 1798. Pg,16.
3. -ACA 1/10. Pgs 378 y 576.