Alfonso
Fernández Rodicio
De
la Asociación de
Amigos de la Catedral de Astorga |
Piedra
de miel teñida por los años, ojiva, ménsula y vidriera hermosas; altas torres simétricas, graciosas teoría de altura con peldaños. Pedro Mato vigila las alturas, filigranas erguidas o yacentes, que lleva, con Becerra, a los creyentes a ver su fe tallada en esculturas. Todo el cielo se va, todo lo llama encerrando a Jesús Crucificado dentro de aquellas piedras centenarias. Todo mira hacia Dios, todo se inflama en el feliz Sagrario Reservado, principio, centro y fin de mis plegarias. |