Editorial

Amar la Catedral es saber de ella, de su historia rica en arte y religiosidad, de su presente que se abre esperanzado en mil proyectos de renovación arquitectónica y de vidrieras que ansían ver la luz.

Amar la Catedral es apoyar con entusiasmo que sea un ámbito vivo de plegaria y de culto, que no se convierta en un recinto hermoso pero sin el alma que, es siempre en un templo la presencia de lo trascendente.

Amar la Catedral es impulsar todo cuanto la dignifique y la proyecte como una referencia de fraternidad y de evangelio.

Los amigos de la Catedral, amamos este templo y soñamos con ilusión en descubrirlo siempre como Leopoldo Panero como un lugar donde escuchar en el silencio las voces más vivas de la luz y del amor.

Un número más de la Revista es un motivo precioso para poner nuestra mirada y nuestro corazón en este templo que tan simbólicamente es el centro de la Ciudad y de la diócesis.

En ella aparece la crónica de cuanto toca a la Catedral, las referencias a personas y acontecimientos a libros y proyectos que son como teselas generosas que conforman el rico mosaico de la Catedral y trabajos de investigación que nos desvelan interesantes noticias de un importante sepulcro medieval, de la imagen emblemática de Nuestra Señora la Blanca y de la Reja del coro.

Amar la Catedral... un hermoso programa para todos los que cuando miramos sus torres o entramos en su interior sentimos que ella es parte de nuestra geografía interior y de nuestras más hondas emociones.